15/04/2024 / Guillermo Rodríguez

La sostenibilidad, un valor competitivo que nos favorece a todos

Es bien sabido que la sostenibilidad contribuye al desarrollo del planeta y de las personas que lo habitan, pero también es una manera de hacer negocios de forma responsable. Es un reto que exige a las empresas innovar, adaptarse y anticiparse a los cambios que se producen en el entorno, pero también es una oportunidad para diferenciarse, mejorar la competitividad y generar confianza en los clientes, los proveedores, los empleados de las empresas y la sociedad en general.

En abril de 2024 se cumplirán ocho años de la firma del Acuerdo de París, donde se acordó limitar el calentamiento global a 1.5 °C. Desde entonces, los avances han sido constantes pero muy lentos. Según la última Consulta integral del Pacto Mundial de la ONU España, solo 4 de cada 10 empresas españolas miden a día de hoy su huella de carbono.

Es una prioridad (o, más bien, una urgencia) que las empresas se planteen la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero, el uso racional de los recursos naturales, la gestión óptima de los residuos que se generan, la preservación de la biodiversidad, y es importante que lo hagan teniendo en cuenta el papel que juega su cadena de suministro, ya que generar un impacto positivo en el medioambiente es un compromiso interconectado. Esto tiene especial relevancia por lo que respecta a las emisiones de gases de efecto invernadero de Alcance 3, es decir, todas aquellas emisiones indirectas de una empresa generadas por la actividad de sus socios en la cadena de valor. En la industria farmacéutica, por ejemplo, estas representan hasta el 90% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero, según el último estudio realizado por Proxima, una compañía del grupo Bain. Sin embargo, de momento solo el 3% de las empresas españolas consiguen el compromiso de sus proveedores en la reducción de emisiones de carbono, según el informe Carbon Action Report 2023 realizado por EcoVadis.

Para abordar este problema, las instituciones europeas han elaborado normativas como la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés) que intensifica los requisitos de informes medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) para más de 50.000 empresas dentro y fuera de la UE, según explica EcoVadis. Además, este año también entrará en vigor la Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad de la UE (CSDDD, por sus siglas en inglés) que obligará a las compañías a informar sobre las medidas adoptadas en materia de sostenibilidad, fijando sanciones para aquellas que no cumplan con la norma, y que incluyen desde la retirada de productos del mercado hasta multas en función de los ingresos de la empresa. Por tanto, el entorno regulatorio cada vez ejerce mayor presión obligando a las compañías a ser más transparentes sobre cómo gestionan y minimizan el impacto medioambiental, mientras garantizan el respeto a los derechos humanos y el buen gobierno.

 

Sí, la sostenibilidad también ofrece beneficios económicos

Incorporar estos criterios implica un compromiso más allá del mero cumplimiento de las normativas, ya que solo así será posible generar un cambio efectivo. La sostenibilidad empresarial no es un destino final, sino un proceso continuo de mejora y adaptación. No se trata solo de captar más clientes o más negocio, sino de generar un valor compartido para la empresa, la sociedad y el planeta, aunque la forma de medirlo pueda depender del sector y los objetivos de cada empresa.

Por lo que respecta a la cadena de suministro, es cierto que, en mayor o menor medida, los proveedores están sensibilizados con la sostenibilidad, pero en muchos casos su nivel de compromiso depende de muchos factores como sus recursos, su propio entorno regulatorio o su relación comercial con los socios. Entonces, ¿cómo conseguir que tus proveedores recorran contigo el camino hacia la sostenibilidad?

En Almirall, y a través del programa que hemos desarrollado junto a EcoVadis, hemos podido trasladar la importancia de la sostenibilidad a la mayoría de nuestros proveedores y embarcarles en nuestro viaje. Las objeciones iniciales han dejado paso a un retorno positivo para ellos, que se traduce en atraer y retener talento, obtener mejores financiaciones, generar mayor rentabilidad a sus accionistas, evitar sanciones al cumplir con las regulaciones y mejorar sus propios estándares de calidad y responsabilidad.

Nuestra experiencia nos ha demostrado que lo que les pedíamos hace tres o cuatro años es lo que ahora les piden el resto de sus clientes y socios de referencia, por lo que aquellos que iniciaron su camino entonces, hoy están mejor preparados para asumir los retos en materia de sostenibilidad y posicionarse mejor frente sus competidores. En algunas jurisdicciones, el hecho de tener un programa de compras sostenibles y reconocimientos externos también posiciona mejor a las empresas para participar en licitaciones u obtener financiaciones para la investigación.

En este sentido, las compañías que integran los criterios ESG en su gestión obtienen una mayor rentabilidad y/o un crecimiento más rápido, tal y como confirma el estudio Do ESG Efforts Create Value? creado por Bain & Company y EcoVadis.

Desde la perspectiva del proveedor, ¿qué palancas pueden impulsar para reducir sus propias emisiones? El cálculo y la fijación de objetivos a medio-largo plazo para reducir sus emisiones o la adhesión a iniciativas sectoriales que persigan los mismos objetivos son un buen punto de partida. Estamos observando que este tipo de proyectos impulsan la competitividad y la innovación de los proveedores que buscan ofrecer soluciones creativas y diferenciadas que satisfagan las necesidades de sus clientes y repercutan positivamente en la reducción de sus emisiones. Esto aumenta la confianza y la colaboración, al establecer relaciones a largo plazo basadas en el compromiso y el aprendizaje mutuo.

Para ello, es fundamental contar con el apoyo de los órganos de gestión de la empresa, que definirán la visión estratégica y asignarán los recursos necesarios para hacerla realidad. En particular, evaluarse a través de EcoVadis les permite conocer sus fortalezas y debilidades, así como crear un plan de acción que incluya objetivos de reducción de emisiones para generar un impacto positivo.

Datos del autor
Nombre Giulia Borsa y Marta Candales
Empresa EcoVadis y Almirall, respectivamente
Cargo Regional Team Leader y Senior ESG Executive y Associate Director, Procurement Center of Excellence, respectivamente
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