La industria farmacéutica se encuentra en un momento de transformación marcado por la digitalización, la IA y una creciente demanda de perfiles altamente técnicos. España enfrenta desafíos para atraer el talento necesario.
La industria farmacéutica y de ciencias de la vida, que supera los 3 billones de dólares a nivel global, está inmersa en una fase de expansión y disrupción sin precedentes, según un informe elaborado por Hays y Everest Group. El estudio revela que el sector atraviesa un punto de inflexión marcado por la digitalización, la inteligencia artificial (IA), la demanda creciente de perfiles altamente técnicos y una escasez global de talento en áreas críticas como regulación, ensayos clínicos y bioprocesos.
Los analistas concluyen que esta transformación obliga a las compañías a adoptar modelos de gestión del talento más ágiles, flexibles y basados en competencias, capaces de responder a los ritmos acelerados de innovación y a ciclos de contratación cada vez más exigentes.
En el caso de España, el desafío es aún mayor. El país se consolida como hub estratégico en análisis clínicos, investigación y biotecnología, lo que incrementa de forma notable la demanda de perfiles científicos, regulatorios y tecnológicos. Sin embargo, el informe advierte que muchos departamentos de recursos humanos siguen operando con modelos generalistas, lo que dificulta la evaluación del talento especializado y puede ralentizar la ejecución de proyectos clave.
El Plan Estratégico Farmacéutico 2023–25 y el PERTE de Salud de Vanguardia, con 8.000 millones de euros de inversión, están impulsando la necesidad de perfiles como ingenieros de procesos, científicos clínicos o especialistas regulatorios. A ello se suma el crecimiento del ecosistema startup —especialmente en Cataluña— que demanda biólogos moleculares, bioinformáticos y perfiles híbridos tecno-científicos.
El estudio también destaca que la IA está generando roles completamente nuevos, combinando análisis de datos, optimización de ensayos clínicos, descubrimiento de fármacos y automatización.
“En un futuro no muy lejano veremos profesionales capaces de usar machine learning para nutrir la IA y acelerar la investigación”, afirma Fernando Rodríguez, National Life Sciences Strategic Accounts Manager de Hays España. “La combinación del auge de las terapias avanzadas con la IA está generando perfiles totalmente nuevos”.
No obstante, muchas compañías reconocen que sus equipos de RRHH carecen del conocimiento técnico necesario para evaluar perfiles científicos complejos.
“La falta de expertos con experiencia retrasa proyectos y dificulta la gestión ágil de picos de contratación”, añade Rodríguez.
Ante la escasez de talento, el sector está recurriendo cada vez más a modelos de contratación especializados como RPO (Recruitment Process Outsourcing) y Contracting, que aportan agilidad, escalabilidad y conocimiento técnico específico.
Según el informe, las posiciones gestionadas mediante RPO en España pasarán de unas 600 en 2024 a más de 1.200 en 2027, prácticamente el doble. Este salto refleja la presión por cubrir roles estratégicos en regulación, terapias avanzadas, data analytics o IA aplicada a salud.
“La contratación externa permite a las compañías centrarse en su core business mientras los perfiles críticos llegan a tiempo”, explica Rodríguez. “Estos modelos son especialmente útiles en entornos de demanda fluctuante, como ensayos clínicos, escalado de bioprocesos o implementación de nuevas normativas”.
El informe subraya que el sector está impulsando programas de upskilling y reskilling en regulación, terapias avanzadas, IA aplicada a salud y ciberseguridad clínica.
“La formación continua es esencial para adaptarse a la complejidad creciente del sector. El upskilling garantiza innovación hoy y liderazgo mañana”, sostiene Rodríguez.
La colaboración con universidades, centros tecnológicos y parques biotecnológicos se refuerza como vía para construir un pipeline de talento especializado. Asimismo, iniciativas como ATRAE 2025 están facilitando la repatriación de investigadores principales, una estrategia considerada de alto impacto para reforzar la capacidad científica del país.
Rodríguez concluye que, para anticiparse a la escasez de talento, las empresas deben invertir en competencias críticas, adoptar modelos RPO, impulsar la movilidad interna y aprovechar la IA en los procesos de captación, avanzando hacia un enfoque skills-first que asegure la competitividad del sector.